¿Y si el problema no es tu trabajo, sino dónde lo hacés?

¿Hace cuánto no arrancás un lunes con ganas?
No te hablo de estar eufórico ni de amar cada reunión. Te hablo de sentirte bien. Con energía, con foco. Con ganas de hacer algo que no sea simplemente sacar cosas del medio..
Si todos tus días arrancan igual misma silla, mismo fondo de pantalla, mismo loop mental es normal que estés apagado. No es burnout. No es que no te gusta tu laburo.. Es rutina, que esta mal diseñada.
Y lo bueno es que la podés romper, sin renunciar, sin mudarte a Bali, sin hacer un curso de productividad.
1. Rediseñá tu entorno, despertá tu cabeza
No subestimes lo que puede hacer un cambio de lugar.
A veces, lo único que necesitás es mover la computadora..
Un café nuevo, otra mesa, más luz natural, gente distinta alrededor.Todo eso le da un sacudón a tu atención y levanta la energía sin hacer muchos cambios bruscos..
2. Moverte (aunque sea un poco) te hace pensar mejor
El cuerpo parado en el mismo lugar todo el día termina afectando a la mente.
Y no hablo de ir al gimnasio. Hablo de cambiar de aire, de escena, de contexto.
Salir de tu casa o de esa oficina eterna aunque sea por un día, ya cambia el chip.
3. La creatividad no vive en lo repetido
Si estás esperando esa gran idea mientras abrís todos los días el mismo Google Docs en el mismo rincón… no va a pasar.
La creatividad aparece cuando conectás cosas nuevas y para eso, tenés que vivir algo nuevo. A veces es tan simple como trabajar desde otro barrio.
4. Estar bien también tiene que ver con dónde trabajas
No es solo una cuestión de salud mental abstracta, es física, real.
El lugar en el que pasás 8 horas por día importa mucho.
Entonces, ¿por dónde arrancar?
Acá van 3 ideas que podés probar esta semana:
-
Andá a trabajar a otro lugar: coworking, café, patio, la casa de un amigo. No importa. Lo importante es que no sea el mismo lugar de siempre.
-
Cambiale el orden a tu día: probá hacer las tareas más creativas a la mañana, cuando estás más fresco.
-
Hacé una pausa: no para mirar el celu, sino para levantarte, moverte, respirar. Pone una alarma si hace falta.
Tu rutina no tiene que ser algo a lo que sobrevivís. Tiene que ser un sistema que te empuje, que te levante, que te organice el día sin aplastarte.
Y si querés probar hacerlo distinto, en Desky tenemos espacios para eso.
Sin contratos, sin excusas.
Probá un día trabajando en cualquier coworking de nuestra red en todo LATAM o Europa.